Verano y enuresis, ¿son incompatibles?

Algo tiene el verano que anima a todo el mundo a salir a la calle; más horas de luz y mayor temperatura mejoran el humor y las ganas de realizar actividades fuera de casa, como viajar y pasar más tiempo con familiares y amigos.VERANO Y ENURESIS SON INCOMPATIBLES

Es el momento de hacer excursiones, ir a campamentos, hacer cursos en el extranjero, etc. Todas estas actividades implican dormir fuera de casa, por lo que, en estos momentos, es cuando la enuresis, o mojar la cama, cobra especial relevancia. Se estima que, En España, más de 270.000 niños mojan la cama actualmente*.

La enuresis se sufre todo el año, pero la necesidad de dormir fuera de casa avergüenza y culpabiliza al niño enurético, haciendo que recurra a diversas excusas para evitarlo y que su problema no se haga público. La enuresis no es solo un problema de niños y adolescentes, también afecta a toda la familia que rodea al menor.

Ningún padre se muestra insensible ante el sufrimiento de los niños. Por ello, es importante abordar, de la mano de los expertos, el problema cuanto antes.

 

¿Qué consecuencias tiene el pis en la cama?

Para los expertos, la enuresis tiene consecuencias más allá del entorno social con “situaciones de ansiedad crónica y problemas de autoestima”. Los niños enuréticos sienten que el entorno no entiende su problema y no quieren compartirlo, por lo que sufren silenciosamente sus consecuencias.

Los niños que, de manera habitual, mojan la cama, ven interrumpido su sueño y descansan peor. Estas alteraciones en su descanso se relacionan, estadísticamente, con una mayor tasa de fracaso escolar, al no disfrutar de un sueño reparador.

Aunque algunos quieren abordarlo como un problema menor, sin mayores consecuencias, la realidad es otra: la enuresis representa un estigma social y un trastorno con proyección muy negativa sobre la vida del niño y su familia. Restar importancia a la enuresis, impide el abordaje por parte del experto que tardará en diagnosticar y abordar, lo que conlleva importantes consecuencias para la familia.

 

¿Le animo a acudir al campamento?

Los expertos aconsejan que, en la medida de lo posible, los niños no renuncien a actividades propias de su edad por este trastorno. En el caso de colonias o campamentos, puede hablarse con los organizadores para que conozcan el problema y lo manejen con el menor, al margen de los otros niños.

Respecto a los niños enuréticos, debemos tener en cuenta lo importante que es hablar con ellos de manera natural. Además, puede haber varios miembros de la familia que sufran o hayan sufrido enuresis. Según un estudio publicado por el Dr. C. Iglesias, de la Universidad de Oviedo en 2013 “si ambos padres padecen enuresis, el 77% de los hijos la tendrá también; cuando la padece un solo padre, la tendrá el 40%”. Se puede normalizar el problema, porque es muy posible que algún otro familiar lo sufriera en su día y nadie mejor que él para saber cómo padecen los pequeños.

La mayor sensibilización de padres y familiares ayuda al abordaje del trastorno y colabora para que el niño no se sienta avergonzado o “diferente”.

Además del apoyo del entorno, consultar el problema de enuresis con el pediatra es imprescindible. El médico, como experto, sabe cómo abordar el problema y ofrecerá alternativas que ayuden a que el niño deje de mojar la cama; es importante una actitud positiva y el cariño de la familia para superarla, porque la enuresis tiene solución.

Los expertos coinciden en recomendar la consulta con el pediatra cuando, pasados los 5 años, el niño sigue mojando la cama. Aunque es cierto que a partir de esa edad existe una tasa de curación espontánea alta, las investigaciones indican que la intervención temprana provoca que los niños dejen de orinarse en la cama antes y que sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes.

 

¿Cuáles son las causas?

La enuresis puede estar causada por varias razones como un fallo en el mecanismo del despertar, la alteración del ciclo circadiano de la vasopresina (hormona antidiurética) y la inestabilidad vesical, entre otras. Por todo esto, es necesaria la visita al pediatra para que diagnostique si se trata de una enuresis y en qué grado.

 Además, la enuresis se relaciona con otras patologías, como el estreñimiento, el TDAH o el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).

Dado que el origen de mojar la cama, en un amplísimo porcentaje de los casos, se escapa del control del niño, no tiene sentido que se le culpabilice ni que sea motivo de vergüenza.

 

* Población residente por edad (5-16 años). Instituto Nacional de Estadística. INE. Disponible en: https://www.ine.es/jaxi/tabla.do?path=/t20/e245/p08/l0/&file=01003.px (Último acceso: junio 2022).


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