Enuresis e incontinencia, ¿es lo mismo?

Diferencia entre enuresis e incontinencia

En muchas ocasiones nos encontramos con los términos de incontinencia y enuresis como si fueran la misma dolencia, pero en realidad no es así. Te explicamos la diferencia.

Diferencia enuresis incontinencia

Hasta hace poco tiempo, el término enuresis se aplicaba de manera indiscriminada al conjunto de situaciones en las que la eliminación de la orina se hacía en un lugar inapropiado, de forma que su utilización indicaba la emisión repetida de orina durante el día o la noche en la ropa o en la cama, de forma intencionada o involuntaria.

Actualmente, se utiliza el término enuresis para referirse solo a las pérdidas de noche, de ahí que también se hable de enuresis nocturna que es cuando el niño moja la cama de manera involuntaria sin despertar, reservándose el término de incontinencia urinaria para los escapes diurnos, pérdida involuntaria de orina durante el día. En ambos casos se trata de escapes involuntarios, que el niño no puede controlar, por lo que es un error recriminarle o castigarle.

Hoy en día se define la enuresis como la eliminación de orina nocturna, involuntaria y funcionalmente normal que ocurre a una edad en la que cabe esperarse en el niño un control voluntario de la micción. Aunque no hay un criterio muy estricto se considera enuresis cuando el niño amanece mojado más de 2 noches al mes.

¿Importante la incontinencia urinaria? Sin duda

La incontinencia urinaria es importante no solo por la tensión que supone para el niño, sino porque puede ser la manifestación o el preámbulo de una lesión de la función vesical o renal. El 60% de las consultas por incontinencia entre los 4 y los 14 años son por vejiga inestable/hiperactiva/hiperreflexia del músculo detrusor.

Además de estos problemas físicos, es importante prestar mucha atención al niño que se hace pis en la cama, por el impacto emocional, el impacto en su autoestima, su comportamiento social, su rendimiento escolar, etc. El condicionamiento llega hasta tal punto que muchos niños no salen de casa, rechazan acudir a colonias o campamentos de verano o dormir fuera de su casa, con amigos o familiares, para que no se conozca su enfermedad.

Por eso, si el niño sigue mojando la cama por las noches pasados los 5 años consulta con su pediatra.

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